Abrigo y blusa, Loewe. Pantalón, Bode. Brazaletes, Tiffany & Co. Zapatos, Malone Souliers.
Durante 14 años, desde principios de los 80, Isa-bella Rossellini representó el ideal de belleza. Como el rostro de Lancôme vendió de todo, desde el icónico perfume de la marca, Trésor, hasta una crema antiedad. Era un contrato muy lucrativo que la convirtió en la modelo mejor pagada del mundo en esa época. Después, en 1995, a unos cuantos meses de su cumpleaños número 43, fue abruptamente despojada del mismo. “No puedes representar el sueño”, le dijeron. “Así que tenemos que elegir a alguien más joven”. La decisión llegó a los titulares. “Cuando me dejaron ir, hubo una protesta real de las clientas, las mujeres que compraban esa crema antiedad”, recuerda. “Estaban ofendidas”.
هذه القصة مأخوذة من طبعة Noviembre 2021 من Harper's Bazaar en Español.
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