Hasta hace pocos años, cuando se hablaba de caza en espera, todos nos imaginábamos una noche con luna y la entrada de ese guarro de ensueño. Hoy la espera de cochinos sigue dominando el mercado de aguardo, pero cada vez más esto es cosa de muchas otras especies. En especial, porque los arqueros están empezando a ser una pequeña multitud que necesita de los aguardos para tener éxito con las reses de caza mayor. Hoy se hacen aguardos a los corzos, a los venados e incluso a especies tan diversas como arruís o muflones…
Uno podría pensar que el mejor momento del año para propo-ner un artículo en el que hablar de cómo y dónde colocar un puesto de espera es el verano, puesto que es la época mejor para ello. Pero es que hoy en día, la caza en espera ya no se restringe a los meses veraniegos y se practica todo el año. Además, si buscamos colocar un puesto fijo de construcción, es mejor hacerlo con tiempo para que las reses lo integren en su medio. Y puestos a integrar, nada como usar como puesto de caza esas viejas parideras o chozos de campo abandonados, que si la seguridad lo permite, son el mejor puesto de caza que uno pueda imaginar. Pero como no siempre disponemos de esos edificios ya asumidos por la fauna, es mejor saber cómo y dónde situar un puesto con visos de permanencia en el tiempo. Si el coto es propio, mejor irse a algo que pueda quedar para varias temporadas, mientras que en zonas de cotos sociales o terrenos públicos deberíamos recurrir a ‘instalaciones’ de tipo natural bien integradas en el medio.
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