The Roaring Twenties

Transitamos entre épocas en el restaurante y el bar del Rosewood Hotel Georgia en Vancouver, una máquina del tiempo que también es hotel.

We travel through the ages at Vancouver’s Rosewood Hotel Georgia, a time machine that also happens to be a hotel.

- Sandra Meneses Morales

VANCOUVER, 1927. EL JAZZ EJECUTADO EN LOS SALONES DEL NUEVO HOTEL GEORGIA SE REPRODUCE EN LA CKWX, LA ESTACIÓN MÁS POPULAR DE LA COLUMBIA BRITÁNICA. 91 años después entramos en el vestíbulo de madera oscura y muebles sobrios, rumbo al restaurante Hawksworth.

Son las seis de la tarde y no podemos demorarnos, pues el lugar del chef David Hawksworth es cotizado en la mayor ciudad del Pacífico canadiense. Claro, si esperas tu mesa con un coctel Georgia y una maravillosa compañía a tu lado, el tiempo no existe y la atmósfera se vuelve etérea, como ese trago que juega en nuestras manos y en nuestro paladar.

Los tonos muy claros –beige y blanco– y los contornos negros del interior de Hawksworth contrastan con el vestíbulo del hotel. Aunque seguimos sintiéndonos en el entorno de los años 20 y 30, si soñamos un poco y dirigimos la vista a la enorme lámpara de techo, digna de película de Fred Astaire.

Llega la entrada mientras charlamos en la discreta mesita perfecta para dos, o hasta para uno si te quieres dar el gusto en privado. Los colores amarillos, rojizos y verdes de la ensalada de betabel, con su sabor un tanto acidito, nos preparan para lo siguiente, un delicioso y ligero ceviche de hamachi.

Al chef Hawksworth le gusta resaltar los ingredientes y sabores de la región, que ahora probamos en el suave cordero en costra de regaliz, acompañado de un puré que se deshace en el paladar, dejando sus notas de ortigas en él. Vinos rosados, blancos y deliciosamente dulces (éstos últimos para el postre, un Dark Chocolate con su exquisita y digestiva nieve de menta) han pasado por nuestra vista, olfato y gusto. ¡Mmm!