'Competicon Mi Hermana Hacia El Altar'

Juli y yo nos comprometimos con nuestras respectivas parejas a cinco días de diferencia. Pero lo que debió ser uno de los días más felices de nuestras vidas, rápidamente se transformó en una rivalidad volátil que casi termina con nuestra relación. ¿Desde cuándo la bendición de una boda se convirtió en una competencia mortal?

- Alexa D’Agostino

Cuando le dije a mi hermana mayor que mi novio de hace año y medio me acababa de proponer matrimonio, su reacción no fue lo que esperaba. En el lapso de una hora, inundó las redes sociales con publicaciones acerca de su propia pedida de mano con su novio de hace tres años, que había sucedido días antes. Después me envió un mensaje: “Suerte con tu boda en el sótano”.

Era, en sus palabras, “una broma”, describiendo cómo ella se casaría primero y no dejaría nada de dinero para mi boda. Luego, las cosas se pusieron tan mal que no nos hablamos durante meses.

Desafortunadamente, es algo que le ocurre a muchas hermanas y amigas (¿Te acuerdas de la película Bride Wars?). Cuando una persona llega a un momento culminante de su vida amorosa, por ejemplo, si se formaliza su relación, se compromete, o se mudan juntos, las garras salen y la competencia comienza.

Detrás de la competencia

Muchas mujeres, obvio no todas, “tienen un plan de cómo florecerán sus vidas: ‘Para X edad debo tener un novio formal, para Y edad debo estar comprometida’”, explica Vikki Stark, psicoterapeuta y autora de My Sister, My Self. Es la lista interna la que nos hace sentir una gran necesidad de compararnos con las mujeres que nos rodean para mantenernos en el camino “correcto”.