Fingí Tener Una Asistente Y Transformé Mi Carrera

El pequeño secreto de una escr itora puede ser tu s iguiente paso profesional .

- Julie Vadnal

Conoce a mi asistente, “Alex”. Es una recién graduada que se acaba de mudar a Nueva York y a quien contraté para ayudarme con mis correos. No, espera. Alex es un chico de Omaha, que está audicionando para Broadway y necesita dinero extra.

Quien sea Alex de pende de cómo me sienta. Funciona, obviamente, porque yo lo inventé.

La idea de tener un asistente falso me llegó después de un almuerzo con un amigo, cuando coincidimos en que contratar a empleados nos ayudaría a vernos más importantes, a conseguir mejores puestos y con mayores sueldos. Había visto en Instagram que un exeditor freelance había contratado a alguien para abrir cajas de regalos y coordinar su agenda. Pensé “yo tengo correos y juntas, ¿por qué no tener un par de manos extra?”.