Librate De La Juntitis

Si trabajas en una oficina, seguro has sido víctima, más de una vez, de ese virus que contagia a todo mundo: el exceso de juntas.

- Rebeca Munoz

Te ha pasado que estás en una junta y, entre que te comes todas las donas y dibujas corazoncitos en tu cuaderno, te preguntas para qué fuiste, si eso no tiene nada que ver contigo o tus funciones o, es más, ni siquiera sabes de qué están hablando? No estás solo. De hecho, creemos que hay una conspiración para que los jefes se vean ocupadísimos y por eso se inventan tanta junta innecesaria.

Es por eso que todo mundo quiere correr al escuchar “Hay que hacer una junta para resolver equis tema” o “¿Hacemos junta para ir construyendo la idea del proyecto de 2020?”. Para lo que se te ocurra quieren hacer juntas, la gran mayoría de las veces me parece terrible la idea. Pero el problema no es la junta en sí misma, sino que se convoca sin una estructura ni un objetivo o metas claros.

¿QUÉ GENERA EL EXCESO DE JUNTAS?

• PÉRDIDA DE TIEMPO VALIOSO DE TRABAJO EN EL ESCRITORIO

• DESGASTE EMOCIONAL

• INTERRUPCIÓN DEL RITMO DE TRABAJO

• SENTIMIENTO DEL EMPLEADO DE NO ESTAR HACIENDO BIEN EL TRABAJO

Lo más grave es que la junta te chupa el tiempo de trabajo, y entras en un círculo vicioso de “falta de tiempo”. Como te pasaste cinco horas en una sala de juntas, no tienes oportunidad de trabajar y comienzas a extender tus horarios en la oficina para poder cumplir con toda la chamba que tienes. Esto afecta la vida personal de los empleados y, por supuesto, los hace enojar; ese enojo se comienza a reflejar en su desempeño diario, entonces no responden y hay que llamar a juntas para hablar de eso, etc. Es la historia sin fin, se vuelve un círculo vicioso y nada sale.

JUNTITIS EN NÚMEROS