Hace dos décadas, Damon Albarn imaginó un futuro caótico y oscuro. Desde entonces trabaja para convertirlo en otra cosa
Damon Albarn tiene algunas fantasías no resueltas con Gorillaz. Si le alcanzara el presupuesto, haría un largometraje de ciencia ficción político protagonizado por 2-D (su álter ego: el cantante con ojos en black out), Murdoc Niccals (el hooligan que toca el bajo), Noodle (la guitarrista japonesa que fue reemplazada por un cyborg) y Russel Hobbs, el baterista de Brooklyn poseído por un beat letal. Si pudiera, también delegaría los shows en sustitutos hologramáticos. Podría estar en Mali o en Londres mientras su versión incorpórea –un humanoide digital con rasgos de primate, pelo azul y dentadura incompleta– canta canciones de amor y apocalipsis en el Jockey Club de Asunción del Paraguay. Todo muy lindo, muy futurista y muy espectacular. Pero Damon Albarn no es Taylor Swift. “Ciertamente”, dice Albarn en el bar del Greenwich Hotel. “No soy Taylor Swift”.
Ubicado en la zona de Tribeca, en el surde Manhattan, el edificio tiene tanta clase que para definirlo basta con un dato: Robert De Niro es uno de sus propietarios. Es un hotel boutique con frente de ladrillos rojos y habitaciones decoradas con azulejo marroquí y mármol de Carrara.
“No soy un artista comercial”, dice reclinándose en el sofá. “Sobrevivo como puedo en el circuito comercial porque tengo una base de fans grande, pero a mí no me pasan por la radio. No me pasaron por radio durante 12 años, quizás. Creo que se dieron cuenta de que mi música es un poco distópica para el consumo pop masivo. Es lo que es, me aguanto”.
This story is from the Marzo 2018 edition of Rolling Stone - México.
Start your 7-day Magzter GOLD free trial to access thousands of curated premium stories, and 9,000+ magazines and newspapers.
Already a subscriber ? Sign In
This story is from the Marzo 2018 edition of Rolling Stone - México.
Start your 7-day Magzter GOLD free trial to access thousands of curated premium stories, and 9,000+ magazines and newspapers.
Already a subscriber? Sign In
Kamasi Washington – La puerta al alma
Kamasi Washington, uno de los más grandes exponentes del jazz en la actualidad, nos habla sobre lo que significa la música para él
Un clásico se vuelve contemporáneo
Elisabeth Moss protagoniza ‘El hombre invisible’, la figura siniestra de un hombre imperceptible, que recibe un tratamiento actual para responder a nuestra incertidumbre
La revolución de Billie Eilish
Los 15 momentos que pusieron al mundo en sus manos
Billie Joe Armstrong – Mi vida en 5 canciones
El líder de Green Day cuenta las historias detrás de sus clásicos más grandes, desde el punk en West Oakland, hasta su fama mundial, corazones rotos y furia política
Panteón Rococó – Un viaje divertido
PANTEÓN ROCOCÓ, un cuarto de siglo de hacer lo que les gusta
Adiós Bond, James Bond
La carta de despedida que Daniel Craig escribe en ‘Sin tiempo para morir’
Caribou – En busca del sonido perfecto
CARIBOU nos habló sobre la importancia de su familia en ‘Suddenly’, su más reciente producción musical
10 musas de cuerdas
Modelos que pasaron a la historia no sólo por su sonido, sino por ser las compañeras más fieles e inseparables de estos artistas, con historias poderosas tras sus cuerdas y característicos acordes ligados a relatos personales.
Asuntos internos “Pase de charola” en tiempos de guerra fría
La relación presidencial con amplias franjas de la clase empresarial se ha tornado meramente pragmática (funcional, de escaso beneficio y alto costo), abiertamente bipolar y en términos generales, francamente mala. Pese a que AMLO defiende preservar el simbolismo de “separar al poder político del económico” y que sean decisiones políticas las que encaminen proyectos y negocios en el Estado, poco ha hecho para hacer política, negociar y conciliar con este grupo, que, desde los albores de la elección de 2006, le es ajeno y en muchos sentidos adverso. Mientras tanto, México es el gran damnificado: estancado, ausente de inversiones y falto de generación de empleos
LA MÚSICA LIGADA A LA UNIDAD
Peter Bjorn and John en una celebración por sus dos décadas juntos y el lanzamiento de ‘Endless Dreams’