La puerta del desierto Merzouga

Marruecos es un país fascinante. sus colores, aromas y exóticos sabores están presentes en cada rincón del país. si a eso sumamos casi dos mil kilómetros de costa y un clima cálido durante todo el año, tenemos la receta secreta para hacer de éste, uno de los principales destinos vacacionales de temporada .

- Por Mauricio Ramos

Los grandes hoteles de Agadir, Casablanca, Tánger y Rabat son muy populares durante el invierno europeo. La costa es realmente popular entre turistas franceses y españoles, pero para el resto del mundo, Marruecos es una aventura en el desierto. Un increíble ecosistema de contrastes, en donde en medio de la nada la vida florece.

Todos sabemos que Marruecos, como todos los países del norte de África, tiene grandes extensiones de territorio cubiertas de arena, las cuales se encuentran en el interior del país, donde las tres cordilleras del Atlas dividen el territorio de sudoeste a nordeste con una barrera de casi 750 kilómetros de longitud que separa al desierto y la costa. Pero antes de adentrarnos a las dunas en busca del algún oasis, hay que aclarar algunas ideas equivocadas sobre Marruecos y su fascinante desierto.

¿QUÉ ES UN DESIERTO?

Por definición se trata de un lugar o terreno deshabitado o despoblado, por lo que “desierto” no es una palabra que aplique exclusivamente a regiones áridas cubiertas de arena. De hecho, los más grandes del mundo son la Antártida y el Ártico, apenas en tercer lugar se encuentra el Sahara.

Aquí viene la aclaración número dos. En árabe, la palabra Sahara significa “gran desierto”, por lo que es un pleonasmo decir “Desierto del Sahara”. Si es así como lo dicen, no pasa nada, de hecho en español está aceptado, pero localmente te verás más “cool” si lo denominas solo Sahara.