La pasión de Japón por el cambio de estación es más impresionante en su antigua capital: mientras que muchos turistas quieren ver florecer los cerezos, las hojas otoñales son más duraderas y aportan un color más profundo a las colinas y los jardines de los templos de Kioto
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Eikan-do €€
(eikando.or.jp)
Tal vez el follaje otoñal más famoso (y concurrido) de Kioto, Eikan-do es un templo magnífico muy interesante por su variada arquitectura, jardines y obras de arte.
El paseo del filósofo
(Tetsugaku-no-Michi)
Tetsugaku-no-Michi es uno de los paseos más agradables de todo Kioto. Bordeado con una gran variedad de flores y árboles, regala un baño de colores durante todo el año. Aunque es más conocido por sus cerezos en flor durante la primavera, el paseo es también encantador en otoño. Solo se tarda 30 minutos en hacer la caminata desde Nyakuoji-bashi hasta Ginkaku-ji. La ruta toma su nombre de uno de sus paseantes más famosos: el filósofo Nishida Kitaro.
Kiyomizu-dera €
(kiyomizudera.or.jp)
Es uno de los templos más populares y agradables de Kioto, un hervidero de actividad situado sobre una colina, con una legendaria terraza con vistas a la ciudad. Ten en cuenta que la sala principal actualmente se está restaurando, aunque todavía es accesible. Visita la web para conocer la programación de la iluminación nocturna del templo (otoño y primavera).
Koto-in €
(73-1 Daitokuji-cho)
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