Colibríes mexicanos – Joyas aladas

En 2010, en un viaje dedicado a buscar dos especies en la península de Baja California, viví uno de los momentos más emotivos de mi vida. Mientras me encontraba inmóvil junto de una planta llena de flores, un colibrí se acercó poco a poco mientras se alimentaba, sin importarle que alguien le apuntara con el lente de una cámara; se aproximó tanto que era imposible hacerle una fotograf ía, y no me quedó más remedio que disfrutar de ese aleteo que soplaba en mi rostro. Nunca un colibrí había volado tan cerca de mí.

- Texto y foto: Ricardo Tores Flores

El Calypte anna se distribuye principalmente en la península de Baja California; es fácil de observar, pero difícil de apreciar, a pesar de que su cabeza está casi cubierta por plumas iridiscentes.

Siempre he considerado a los colibríes como joyas voladoras, aves diminutas que muestran la belleza del color a través de la iridiscencia de su elegantes plumas. En 2009, cerca de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, con cámara en mano vi y puse atención por primera vez a uno que no dejaba de libar de una mata de ores moradas. Tras observarlo por unos segundos, decidí intentar hacerle un retrato, pero como ustedes adivinarán, no es fácil cuando se es un amateur. Esto no me desanimó, y tras varios intentos logré mi primera fotograf ía de un colibrí.

Esta experiencia detonó el gusto por retratarlos, y fue así que, durante cada salida a campo, empecé a dedicarle un par de horas a la búsqueda de estas hermosas aves.

En 2010, en un viaje dedicado a buscar dos especies en la península de Baja California, viví uno de los momentos más emotivos de mi vida. Mientras me encontraba inmóvil junto de una planta llena de flores, un colibrí se acercó poco a poco mientras se alimentaba, sin importarle que alguien le apuntara con el lente de una cámara; se aproximó tanto que era imposible hacerle una fotograf ía, y no me quedó más remedio que disfrutar de ese aleteo que soplaba en mi rostro. Nunca un colibrí había volado tan cerca de mí.