La palabra "Tesla' sobresale en la taza verde pistache en la que Samuel García bebe café mientras se acomoda para atender las preguntas de Expansión. "Buen día, ¿cuándo vienen para acá?", saluda mientras se recarga en su silla. No han pasado ni 20 segundos cuando el gobernador de Nuevo León da un primer sorbo y muestra orgulloso su taza, que luego vuelve a dejar sobre el escritorio. No es para menos: ha logrado que su entidad sea el destino de los 5,000 millones de dólares que Elon Musk invertirá en la fábrica de Tesla más grande del mundo, que se piensa construir en un tiempo récord. A seis horas de su planta de Texas, producirá su nueva generación de autos eléctricos de bajo costo, con los que promete inundar el mundo con 20 millones de unidades en 2030.
En México es la envidia de los gobernadores. Más de cinco levantaron la mano buscando atraer la atención del también dueño de SpaceX, pero por más sobrevuelos a distintos estados que le dio el gobierno federal, no lograron convencerlo de llevar su inversión a otro lado.
Al menos, no esta. "El anuncio era inminente de que se venía la Gigafactory a Santa Catarina", dice García, días después de haber estado en el Investor Day donde Musk hizo pública la decisión de llevar su marca a México.
LA ALIANZA CON TEXAS
This story is from the Abril 2023 - 1302 edition of EXPANSIÓN.
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