CARI LAPIQUE Y SUS HIJAS DEVASTADAS EN EL ULTIMO ADIOS A CARLOS GOYANES TRAS SU INESPERADA MUERTE

El empresario falleció de forma repentina en su casa de Marbella, a los 79 años

ERA todo un caballero. La opinión es unánime. Y la pena por su pérdida, también. La noticia de la muerte de Carlos Goyanes, a los 79 años, sorprendió a todo el mundo el pasado miércoles 7 de agosto, sobre todo, a su familia, que está absolutamente devastada. Aunque hace algo más de un año se sometió a una operación para implantarle un marcapasos, llevaba una vida muy saludable, según su entorno, y estaba disfrutando con sus seres queridos de las vacaciones en su casa de Marbella. Nada hacía presagiar el fatal desenlace.

Rota de dolor, su viuda, Cari Lapique, con la que en septiembre iba a celebrar su 49 aniversario de boda, confirmó que había sido algo «inesperado y repentino». Tanto ella como sus dos hijas, Cari y Carla; sus yernos, Antonio Matos y Jorge Benguría, y sus nietos, que sentían adoración por su abuelo, recibieron el apoyo y el consuelo de los numerosos amigos que acudieron al velatorio, en la cercana localidad de San Pedro de Alcántara.

EMOTIVA DESPEDIDA