Lequio y Ana Obregón, cada vez más lejos

El italiano no quiere hablar de su hijo. "Nunca he dicho ni una sola palabra, porque sé que esto es lo que a él le gustaría", afirma

ALESSANDRO sufre. Cada día que pasa es más evidente lo incómodo que se siente y ya no oculta que estas últimas semanas están siendo una pesadilla para él. El evidente distanciamiento que mantiene con Ana Obregón, que adelantamos en exclusiva la semana pasada en nuestra revista, no hace más que empeorar la situación y el italiano se encuentra casi al límite.

Lequio se encierra en sí mismo y ha elegido llevar su pena y su dolor en silencio. Él, al contrario que Ana, no es dado a hablar abiertamente de sus sentimientos y eso le está pasando factura, nos comenta gente de su entorno.

“Esta situación es realmente triste y complicada”, decía hace unos días en El programa de Ana Rosa, tras regresar de sus vacaciones de Semana Santa en Galicia con su mujer y su familia política.

“No puedo encender la tele y escuchar cada dos segundos una frase de mi hijo porque duele”, dice Alessandro

Nos encontramos con un Alessandro destruido, abatido, al que le tiembla la voz y hasta la mandíbula. Intenta hablar y las palabras se le mueren en la garganta.