En la arquitectura, algunas obras se elevan por encima de otras, convirtiéndose en iconos que perduran en el tiempo y marcan la historia de esta disciplina: este es el caso de Casa Pedregal, una joya situada en los Jardines del Pedregal, en la Ciudad de México. Creada por el renombrado maestro mexicano Luis Barragán y concluida en 1951, esta edificación, símbolo de la modernidad e identidad mexicana, constituye un ejemplo del estilo único y complejo de este gran artista. Barragán aprovechó el desafiante paisaje volcánico de la zona para integrarlo a su diseño, convirtiéndolo en un espacio donde se articulan la belleza, la contemplación y el éxtasis.
Desde hace algunos años, en este inmueble patrimonial se realizan conciertos mensuales que promocionan el trabajo de numerosos intérpretes y los más diversos estilos musicales, llenando el vacío de una etapa en la que el apoyo a las artes por las instancias oficiales se encuentra a la deriva. El proyecto comunitario, que revitaliza la vida cultural y de la música en la ciudad, se debe a la iniciativa privada de César Cervantes Tezcucano, el director de Casa Pedregal, gestor de los conciertos y propietario de esta casa-museo que habita con su familia desde hace una década.
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