EL VIAJE DEL HERDE

Juanpa Zurita logró traspasar los límites digitales, incursionó en la producción cinematográfica y probó la intensidad de la actuación. Ahora, con un documental en puerta, un tercer protagónico en cine y en su etapa más madura, el éxito es más tangible que nunca.

- POR ALDAIR TÉLLEZ

Seis segundos. Lo que para la mayoría es el tiempo que toma amarrarse las agujetas, en manos de unos cuantos, seis segundos son suficientes para contar una historia. En el caso de Juanpa Zurita, sólo seis segundos se requirieron para encontrar la dirección correcta. Ha pasado poco más de una década desde que debutó en Vine. Muecas pronunciadas, movimientos enérgicos y gritos desaforados... eso es lo que más recuerdo de aquel adolescente que invadió rápidamente el internet. De no ser por el tiempo, sería difícil reconocer al hombre apacible que se sienta frente a mí con gentileza.

A la distancia, fui testigo de este salto del tiempo. Abrupto, eufórico y aparentemente plagado de éxito. Pero la realidad va más allá del scroll. Vi a Juanpa pasar de hacer clips fugaces a producciones de largo formato y, recientemente, a ocupar una pantalla de 20 metros de ancho junto a figuras consagradas del cine mexicano. Sobre el papel, parece que la buena fortuna y el éxito han llegado con naturalidad. Sin embargo, ésta es una historia de disciplina, determinación y singularidad del tipo que podría parecer que únicamente existe en las películas. Es curioso que al escribir estas líneas, piense en la similitud entre la historia del creador de contenido que saltó a la pantalla grande y las palabras del escritor Joseph Campbell, conocido por su esquema “El viaje del héroe”, que ha dado sentido al arco narrativo de múltiples personajes en el cine y la televisión. Imagino cómo sería esa cinta sobre la vida de Juanpa Zurita. Tal vez no iniciaría con un “había una vez”, ni terminaría en “vivieron felices para siempre”, pero el contenido revelaría la historia de un hombre cuyo férreo espíritu lo lleva a la cima. Al verla, encontraría afinidad con otros personajes que, al igual que él, han experimentado un crecimiento digno de ser documentado.