NICK JONES

Nick Jones tenía un restaurante. Un día, la parte superior del edificio donde el restaurante se encontraba quedó disponible. Era un edificio con tres casas, en una de las zonas más cool y frecuentadas de la ciudad, con una puerta pequeña. "Eso me hizo pensar que podría ser un club privado", dice el inglés. De eso han pasado casi 30 años. La ciudad era Londres; el vecindario, Soho; de ahí el nombre Soho House con el que hoy se conoce a este proyecto, nacido "por accidente" -según el propio Jones-y a partir de la visión de su fundador (influenciada por el hecho de que Jones es disléxico, algo que califica como una ventaja, por el enfoque distinto que le da). El grupo tiene hoy presencia en una veintena de países, con 45 casas (algunas habilitadas como hotel, otras sin habitaciones, algunas con piscina.... pero todas con la misma filosofía), la más reciente de ellas inaugurada este mes en la Ciudad de México. En vísperas de la apertura, platicamos con Jones para conocer sus expectativas y algunos de sus gustos.

¿Qué vio el grupo en la Ciudad de México para establecer una casa aquí?

La cultura, la energía de la gente. Teníamos muchas ganas de estar aquí.

¿Cuál es tu rutina diaria?

Me levanto, hago ejercicio, excepto cuando viajo; visito alguna de las casas, hablo con el equipo.

¿Cuándo y por qué entraste al mundo de la hospitalidad?

Desde que tenía 16 años, he estado en esta industria prácticamente toda mi vida. Me gusta la gente y que la pasen bien, así que me atraía construir un espacio para ayudarlos a hacerlo.

¿Qué es lo más valioso de tu vida?

Mi esposa y mis hijos.

¿Qué es lo más reciente que lamentas no haber comprado?

No tengo arrepentimientos; puedo lamentar algo por cinco minutos, pero luego sigo adelante.

¿Cuál es la compra más reciente que más te alegra haber hecho?

Compré una nueva raqueta de tenis y me ha ayudado a mejorar mi juego.