Industrias Plásticas Martín se abrió paso en la industria juguetera graciasa su apuesta por el diseño. Hoy sus productos llegan a 24 países.
Miguel Ángel Martín González halló su oportunidad de nego cio dentro de la industria del plástico al fabricar juguetes promocionales. Todo empezó en los años ochenta, cuando adquirió un pequeño taller con máquinas de inyección, al norte de la Ciudad de México, donde elaboraba juguetes sencillos que vendía a empresas productoras de dulces.
El primero fue una pequeña hélice de plástico que vendía a fabricantes de paletas de caramelo. Luego siguieron unas ‘ollitas’ color naranja para envasar tamarindo, diseñadas para un cliente que entonces tenía muchas mermas debido a la fragilidad de los contenedores de barro que utilizaba.
“El envase de plástico que diseñamos fue un éxito brutal. En tres meses, los pedidos de las ‘ollitas’ pasaron de 100,000 a un millón de piezas semanales”, cuenta el empresario.
Poco a poco empezaron a llegar más clientes y vino la necesidad de crecer y de tecnificarse. La primera ‘gran inversión’ fue en una máquina italiana automática que compraron en los años ochenta.
“Nos costó mucho trabajo importarla porque en ese momento el mercado mexicano estaba cerrado. Pero cuando al fin pudimos obtenerla, nos permitió entrar a la producción en masa”, cuenta Martín González.
Bu hikaye MANUFACTURA dergisinin Agosto 2018 - 271 sayısından alınmıştır.
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