Tiempo De Bajar La Cortina

Definir prioridades de pago, tener claridad con el personal y la comunidad, parte de la estrategia que implica un inminente cierre de operaciones.

- Zyanya Lopez

El anuncio fue oficial: Mattel elimina-ría 2,200 puestos de trabajo, lo que representa 22% de su fuerza laboral, y cerraría sus fábricas en México –ubicadas en las ciudades de Tijuana y Monterrey–. Era julio de 2018 cuando la compañía compartió la información, a través de un comunicado de prensa, donde no aportó detalles sobre la decisión.

Casi un año después, en abril de 2019, la fabricante y distribuidora de juguetes tomó el camino opuesto y reconsideró la idea de concluir su producción en el país: optó por consolidar las operaciones de las dos plantas en una sola entidad que estará ubicada en la capital de Nuevo León.

Aunque parece que Mattel tiene la solución, Edgar Castillo menciona que la compañía –al igual que otros jugadores del sector– atraviesa problemas económicos, los cuales han provocado el cierre de grandes distribuidores, como Toys ‘R’ Us.

“Por eso no hay que cantar victoria”, advierte el académico del Tecnológico de Monterrey. “Así sea un cambio de sede, se trata de un cese de operaciones y, por lo tanto, de un entorno que está obligando a cambiar la estrategia del negocio. Claramente hay presiones y no deben tomarse a la ligera”.

Marcela Calderón, socia de Seguridad Social y Servicios Fiscales en Remuneraciones de KPMG México, explica que las consecuencias de un escenario de liquidación total son distintas a las del cierre de una sola sucursal. Sin embargo, para ambos casos, es necesario que antes de tomar la decisión de bajar las cortinas, la compañía genere un análisis de posibles causas y efectos. De esta manera, agrega, se reduce el impacto social y se evita la caída de la producción.