La Princesa Leonor da un gran paso adelante

La Heredera recibió en los Premios Princesa de Girona una de las lecciones más importantes: no se puede gustar a todo el mundo

La Princesa Leonor sigue aprendiendo a pasos agigantados sus lecciones como Heredera. Apenas quince días después de su gran debut en Oviedo, le tocaba afrontar otro reto algo más complicado.

Por primera vez acudía junto a sus padres, los Reyes Felipe y Letizia, y su hermana, la Infanta Sofía, a los Premios Princesa de Girona, otro de sus títulos oficiales además del de Princesa de Asturias. Dos días, los pasados 4 y 5 de noviembre, enfocados en el talento y promoción de jóvenes referentes entre los 16 y 35 años. ¿Qué mejor símbolo del futuro que la propia Leonor? Pero su visita a Cataluña (la primera también a dicha Comunidad) no se producía en un momento dulce precisamente.

De ahí el reto. El clima antimonárquico por parte de algunos sectores, que ya provocó el cambio de esta gala desde Girona al Palacio de Congresos de Barcelona, no se lo puso fácil. Si en Asturias todo fueron rosas, en la Ciudad Condal, no.

Cuando, en la tarde del pasado lunes, los Reyes y sus hijas accedieron al lugar para presidir la ceremonia de los Premios Princesa de Girona, en su 10º aniversario, las protestas y pitidos se hicieron notar en el exterior.

Por ello se desplegó un dispositivo de seguridad de excepción. Hasta 1.300 efectivos, entre Mossos y Policía Nacional, custodiaban el perímetro que rodeaba dicho centro y el hotel donde se alojabala Familia Real, en el cercano Hotel Rey Juan Carlos I. Pero, una vez dentro, los sonidos se transformaron en aplausos y el auditorio les dedicó una ovación que les hizo levantarse de la primera fila para agradecer el gesto al público.

Cita con el talento joven