Tenemos que hablar de transmasculinidades

Contra los prejuicios, la heteronorma, la violencia y la discriminación. Estas cuatro historias brindan un panorama de lo que es transicionar a un hombre.

- Por Dante Ureta

En México y en el mundo las transmasculinidades son invisibilizadas. Las personas transmasculinas viven siempre en un limbo. Muches viven en la invisibilidad de la feminidad que la sociedad adscribe a sus cuerpos, otres en la infantilización de haber transicionado como hombres, pero no lo suficiente como para ser tomados en serio. Otres viven en el anonimato de una masculinidad que les demanda ser lo suficientemente hombre para aguantar todo lo que esto conlleva. La masculinidad es de aguante, es violenta, quien la porta tiene que mantener el perfil dentro porque quien no mantiene la vara lo suficientemente alta pierde el carnet de pertenencia. En el país, muy pocas instituciones son conscientes y están preparadas para abrazar todas nuestras identidades. Hay lastres históricos preservados por la cisheteronorma, que se refiere al régimen en el que la única forma aceptable de expresión de los deseos sexoafectivos, así como de la propia identidad, es la heterosexualidad. Conoce nuestras historias y nuestras batallas que buscan erradicarla.

Sony Rangel