Famoso por su resistencia al cambio, el mercado del arte logró adaptarse rápidamente a la pandemia, permanentemente cambiando nuestra manera de descubrir, ver y consumir el arte. Forzados a entrar al mundo virtual, las galerías y las ferias de arte invirtieron sus presupuestos de desarrollo en sus online viewing rooms, mejor conocidos como “OVRs”. Pero evidentemente el registro, ingreso y navegación a través de exhibiciones mal organizadas no es divertido. Como resultado, el consenso de los usuarios es: A-D-I-Ó-S a los OVRs.
HILARY PECIS La Brea, 2020, @hilary_pecis
Entonces, ¿qué sigue? De acuerdo al art dealer originario de Los Ángeles, Niels Kantor, “¡Ahora tooodo es a través de Instagram!” @kantorgallery. Y no es el único, “Instagram es la mejor plataforma para mostrar el arte y exponerlo al mundo entero”, nos cuenta el influyente coleccionista de arte emergente, Alberto Oechebar. @albertochehbar.
VAN HANOS ∞ , 2020 @van_hanos
ALEJANDRO CARDENAS “the Ghost”, 2020 @a.cardenas
Bu hikaye Harper's Bazaar en Español dergisinin Diciembre 2020 - Enero 2021 sayısından alınmıştır.
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