Andy Warhol en México

El 2 de junio, el Museo Jumex inaugura «Estrella oscura», una de las exposiciones más ambiciosas en Latinoamérica sobre el personaje que cambió para siempre la historia del arte.

- Por Felipe Pando

El 22 de febrero de 1987, Andy Warhol se encontraba en el hospital de Nueva York. Había llegado ahí para una operación de vesícula. Moriría de complicaciones postoperatorias, a las 6:30 de esa mañana, con 58 años encima. Cuatro meses después, Sotheby’s organizó una subasta durante 10 días que incluyó 10,000 lotes, parte de las pertenencias ubicadas en su mansión neoyorquina de la calle 66: antigüedades, muebles, obras de arte, objetos de The Factory, además de chucherías que compraba y nunca volvía a ver. Porque al final de su vida Warhol fue tan rico que se daba el gusto de ir a las tiendas cada mañana, comprar y después vaciar sus adquisiciones en cajas que llenaron cuartos enteros de su mansión del Upper East Side. Era la historia de su sueño de infancia, del sueño americano.

NACE UNA ESTRELLA

El 6 de agosto de 1928 la familia Warhola, compuesta por los inmigrantes eslovacos Ondrej, obrero, y Julia, ama de casa —quien nunca aprendió a hablar inglés—, se convierten en padres de su tercer hijo, Andy. El menor de los Warhola pasó su infancia en Pittsburgh, una urbe con un boyante sector industrial —ahí se acuñó el término smog— y donde se habían asentado algunas de las grandes fortunas del país, como los Mellon. Sin embargo, Warhol creció alejado de ese mundo: pobre, o al menos así le gustaba recordarlo.