HUMBE

TAMAR A SANTILLÁN (TS): ¿A qué edad te empezó a interesar la música?

Humbe (H): Desde muy pequeño. Me gusta decir que a los nueve años porque es una edad más concreta. A esa edad empecé a tocar el piano. Sé que toco y canto desde antes, pero esa fue la edad en la que comencé a establecerme como músico.

(TS): ¿Y en qué momento decidiste dedicarte a esto?

(H): Hubo muchos momentos. Casi siempre en un escenario, porque participaba en talent shows y eventos similares en la escuela. Era muy divertido y me encantaba. Me enamoré del escenario y de estar con la gente. En esos momentos fue cuando me di cuenta de que quería dedicarme a esto, pero me quedó claro cuando comencé a escribir y producir mis propias canciones. Eso me hizo sentir más como artista. Desde 2015-2016 empecé a producir mis temas, y el impacto en mi carrera ha sido muy significativo: me llevó a otro nivel.

(TS): Tu música tiene un estilo muy particular. ¿Cómo ha sido el viaje de componer desde el inicio hasta lo que es ahora?

(H): Al principio, lo tomé con mucha inocencia, lo que me permitió hacer música desde un lugar muy puro. Esa inocencia me llevó a crear canciones directamente desde mi subconsciente. No considero que mis canciones me representen; creo que soy un filtro y que, en el momento en que escribí “Fantasmas” o “Kintsugi”, me conecté con una energía superior. No me veo como el artista de estas obras, solo como el filtro.

(TS): ¿Cuál de tus canciones es la más cercana a tu corazón y por qué?

(H): Tengo una canción de un álbum en el que estoy trabajando y que no sé cuándo saldrá, porque actualmente me estoy enfocando en “Kintsugi”; pero en ese disco hay una canción llamada “Morfina” que es muy bella y cada vez que la escucho me hace llorar.

(TS): ¿Qué sientes de darle en el clavo a muchas personas a través de tus letras?