LA TRAYECTORIA de un icono

EL ANILLO 'TRINITY' DE CARTIER NACIÓ EN 1924. ESTE AÑO, CARTIER CELEBRA EL CENTENARIO DE ESTE ICONO DE LA JOYERÍA QUE SIMBOLIZA LOS VALORES MÁS APRECIADOS POR LA 'MAISON'.

- Magdalena Fraj

Corría el año 1924 cuando Louis Cartier diseñó un anillo formado por tres aros móviles entrelazados de platino, oro amarillo y oro rosa. En este momento, la Maison inaugura un nuevo arte de la joya, alejado de la joyería tradicional que privilegia por naturaleza el trabajo de las piedras preciosas.Todo en esta joya es pura audacia: la combinación de colores, la fluidez de los anillos, la sencillez del diseño y su poder simbólico. Todo se basa en la fluidez de los anillos móviles —redondos por fuera, lisos por dentro— que se deslizan unos sobre otros, se superponen y se ensamblan... Un sorprendente enigma poético y técnico. Ninguno de los tres anillos se sitúa sobre los otros dos. Cada uno se coloca sobre otro y por debajo del tercero. Es imposible clasificarlos de mayor a menor. Los tres están unidos de un modo que no admite superiores ni inferiores. Trinity se convierte en la antesala de la modernidad. Es la ecuación ideal: líneas depuradas, exactitud de las proporciones, precisión de la forma.

VARIACIONES SOBRE EL MISMO TEMA
A lo largo de los años, este icono se ha atrevido con los estilos más creativos y los materiales más joyeros o sorprendentes, y todo le ha quedado bien desde 1924. De hecho, ese mismo año Cartier creó una pulsera con tres anillos entrelazados. El mismo anillo no ha tardado en seducir a las personalidades destacadas de la escena artística. En los años 30, el poeta francés Jean Cocteau superpone dos ejemplares, uno encima del otro en el dedo meñique. El actor estadounidense Gary Cooper también lo lleva.