atención, las imágenes de este artículo no son reales.Bienvenidos a la inteligencia artificial.

Es una mañana común, le pides a Siri, tu comando por voz, que ponga algo de música mientras te preparas el café.

- CARMEN CARDONA

Desbloqueas tu smartphone mediante reconocimiento facial y desciendes por el feed de tu red social -ya llevas dos interacciones con la inteligencia artificial y te acabas de despertar-. En tu escrutinio habitual, un reel de Jacquemus con 44 millones de visualizaciones muestra su bolso Le Bambino en versión gigante patrullando las calles parisinas sobre ruedas y su Santidad, el Papa Francisco, ha cambiado su usual indumentaria por un brillante plumas futurista. Te encuentras fuera de lugar y es de esperar. La Inteligencia Artificial ha tomado la realidad.

El pasado mes de marzo, el vicepresidente de Google y padrino de la IA moderna, Geoffrey Hinton, abandonaba su empresa con el fin de concienciar a la sociedad sobre los peligros inminentes para la humanidad que ocultan estas tecnologías. En una carta abierta firmada por más de un millar de entidades, entre ellas Google Deepmind, Elon Musk, Steve Wozniak, cofundador de Apple, o el mismo presidente ejecutivo de Open Ai y creador de Chatgpt -sistema especializado en el diálogo-, Sam Altman, hablan de "riesgo de extinción" y comparan su peligrosidad con la bomba nuclear o una pandemia global.

Lo cierto es que la IA ha ido colándose en todo tipo de empresas e industrias, entre ellas, la de la moda. Hablemos de antecedentes. En 2018, la multinacional H&M creó una colección ajustada a las preferencias de sus consumidores basada en los datos proporcionados por las cookies. Estos macro datos o Big Data son el alimento principal de las inteligencias artificiales. Desde entonces, marcas como Valentino o Casa Blanca han generado campañas publicitarias mediante IA y otras se han servido de empresas como Lalaland.ai para crear modelos "más multiculturales", en el caso de Levi's.