¿Demasiada Sal? Señales que indican si comemos demasiada sal

Sólo con reducir consumo de sal cada año se evitarían 2,5 millones de fallecimientos en todo el mundo. Pero no es el uso del salero la primera causa del problema, ya que el 80% de la sal consumida está oculta en los alimentos. Entonces, ¿cómo saber si se toma demasiada cuando se desconoce su origen o la cantidad real que se ingiere? Veámoslo.

- REDACCIÓN DE INTEGRAL.

Sólo hace 5.000 años, que se sepa, de la llegada de la sal a las cocinas, pero es el aditivo alimentario más antiguo de la historia de la humanidad. De aderezo escaso y precioso, e incluso objeto de conflicto, comercio, contrabando y también forma de pago -el término «salario» procede del latín «salarium»: a las tropas romanas se pagaba en sal una parte del sueldo-, ha pasado a ser un simple condimento de base que la industria agroalimentaria administra de forma masiva, a menudo rozando la sobredosis.

Pero esto es lógico si se piensa que reporta grandes beneficios: confiere sabor a poco precio... iy de paso da sed, impulsando la venta de bebidas! La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que de media se consume hasta cinco veces más de lo necesario.

Por qué el exceso de sal es tan nocivo

La sal de mesa es cloruro de sodio, es decir, un ion de cloruro ligado a un ion de sodio; dos elementos que participan en numerosas funciones vitales en el organismo, pero que en exceso pueden perturbarlas notablemente.

• 1. El sodio conduce la electricidad en el organismo. Se aloja principalmente fuera de las células y actúa en colaboración estrecha con el potasio, otro electrolito que se sitúa sobre todo en el interior de la célula. Las diferencias de concentración de ambos a uno y otro lado de la célula permiten la transmisión nerviosa, elemento clave de la comunicación celular, el pensamiento, la contracción muscular y, por consiguiente, el movimiento y la respiración. Sin embargo, un exceso de sodio altera estas funciones.