No eres tú, son tus hormonas

¿Has sentido cambios de peso sin razón aparente? O quizá ¿cansancio excesivo o problemas de ansiedad? Entonces puedes estar experimentando alteraciones en la tiroides, como el 10% de la población mundial.

- Por Leslie Santana

La función de las células foliculares y de la glándula tiroidea es producir, almacenar y liberar en la sangre hormonas tiroideas, también conocidas como T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina) muy parecidas entre ellas y cuyo compuesto básico es la tiroxina. Estas son vitales ya que intervienen en el desarrollo del sistema nervioso y además regulan el metabolismo, y por tanto, el ritmo al que el cuerpo quema calorías para producir energía, por lo que influyen en casi todas las células del organismo y son necesarias para controlar las funciones de todos los órganos de nuestro cuerpo. Cuando los procesos de producción se alteran, en consecuencia el cuerpo pierde la armonía en sus procesos.

Cuando hay poca secreción de hormonas

(HIPOTIROIDISMO)

Sientes mucho frío. Puedes estar constipado. Subes de peso o no logras perderlo. Desarrollas niebla mental: dificultad para concentrarte. Sueles sentirte desmotivado o apático. Luchas contra la fatiga. Duermes más de lo habitual. Se te cae el pelo. Sufres resequedad en la piel. Ritmo cardiaco lento. Colesterol alto. Tienes irregularidades hormonales.