Maternidad al estilo Kardashian

Para Kim, sus embarazos no han sido nada sencillos, pero esto no ha limitado su deseo de tener a su tercer hijo con Kanye, esta vez con un método poco convencional: a través de un vientre de alquiler.

- Por María del Carmen López

Hay quienes dicen que todos nacemos con una misión en la vida y, al parecer, la tarea de la socialité es romper con todos los estereotipos, y la concepción, por supuesto, no es excepción. Desde su primera gestación hizo público lo incómoda que se sentía con su estado; al principio, todo indicaba que eran las quejas de la típica chica mimada y caprichosa que se sentía infeliz por tener que bajarse de sus amados stilettos para plantarse en unos flats que, bien sabemos, no son parte de su estilo. Incluso, conmocionó a muchos cuando afirmó: “Voy a ser realista, para mí el embarazo es la peor vivencia de mi vida. No disfruto ni un momento de él y no entiendo a la gente que lo disfruta”. Suena fuerte, ¿no?, sobre todo en una sociedad donde la maternidad es considerada una bendición y es una regla no escrita ‘callar’ lo que ella se atrevió a decir.

Pero su malestar iba más allá de no sentirse sexy, pues a decir verdad, jamás perdió el estilo en ninguna de sus esperas y su recuperación física después de los partos, fue impresionante. En realidad, su mala experiencia se debió a que sufrió preeclampsia, padecimiento que eleva la presión de la gestante y provoca una hinchazón generalizada en el cuerpo, causada por la retención de líquidos, sobre todo en los pies.

Aunado a ello, padeció placenta accreta (el órgano se queda adherido a la pared del útero) y es tan grave, que la madre puede perder la vida al momento del nacimiento del bebé.