Rabietas Cómo abordarlas

Los niños comienzan a explorar su independencia, pero aún no tienen las habilidades para manejar la frustración.

- Mayte Martínez

Llegan los 'terribles dos' y nuestra criatura tiene una rabieta por casi cualquier cosa. El objetivo es entender por qué lo hace

U na rabieta es una puesta en escena de una emoción básica normal y sana. Es la forma que tienen los niños de expresar la rabia, un sentimiento común que todos los humanos tenemos, pero con el que los menores no tienen la suficiente capacidad de poder gestionarlo. Ellos sienten lo mismo que podemos sentir nosotros en un momento dado, rabia, pero los adultos tenemos un mínimo desarrollo de la corteza cerebral y disponemos de destrezas para poder calmar esa rabia y el niño no, por eso se enrabieta. "El problema es que a los adultos nos incomoda mucho que los niños manifiesten su rabia, su inconformismo, que no les guste lo que les digamos, que se quieran saltar los límites. Somos incongruentes al respecto porque queremos que nuestros hijos el día de mañana se defiendan y que no permitan que les humillen, que les insulten, que aprendan a poner límites, pero no les permitimos ahora que son pequeños que aprendan a sentir la rabia, que es la manera de manifestar 'hasta aquí, esto no me parece bien, esto no me gusta", explica Rafa Guerrero, licenciado en Psicología Clínica y de la Salud, doctor en Educación y experto en Psicología Educativa.

La fase de las rabietas como tal empieza a los 3-4 años, aunque a los dos años aparece lo que se conoce normalmente como los "terribles dos", que son manifestaciones de su estado emocional, porque hay una mínima separación de sus figuras de referencia, de la de mamá en especial. Ya tiene la capacidad de andar, de moverse, se separa del adulto y hay momentosde rabia, de enfado, porque no quiere pasar por el cauce, aceptar el límite que le ponen los progenitores. "Bajo ningún concepto hay que dejar de hacer caso al niño enrabietado, igual que no dejamos de lado al adulto cuando vemos que necesita ayuda", dice el experto.

■Ignorar es maltrato