Arqueóloga del nuevo milenio

Alicia Vikander es Lara Croft, la heroína de Tomb Raider que vuelve para convertirse en el ídolo de una nueva generación de muejres fuertes, decididas y sin temor a los músculos.

- Por Gabriela Damián Miravete

Ya ha corrido bastante agua bajo el puente desde que fue lanzado el primer videojuego de Tomb Raider en 1996. Su protagonista, Lara Croft, inmediatamente conquistó no sólo a los fans de los videojuegos de aventuras, sino a todo aquel espacio donde pudieran lucir las habilidades de una arqueóloga con talento –y gran atractivo físico– para desentrañar misterios: los cómics primero, y las películas después fueron el escaparate que permitió al gran público conocer al personaje. El mérito, sin duda, pertenece en buena medida a Angelina Jolie y su representación de Lara en Lara Croft: Tomb Raider (2001) y Lara Croft Tomb Raider: La cuna de la vida (2003). La actriz, quien entonces combinaba papeles populares con interpretaciones más ambiciosas y aclamadas por la crítica, fue una dedicada aprendiz de todo lo que constituía a Lara: manejar una moto acuática, saber artes marciales o montar a caballo mientras se descarga un rifle, por ejemplo. Pero, además, Jolie debía cumplir una obligación adicional, una que hoy, cada vez va pareciendo más innecesaria: verse sexy en todo momento.

Conforme las voces de las mujeres han adquirido más presencia en todos los ámbitos, la representación de personajes femeninos de acción ha sido obligada a evolucionar (para muestra, un botón: la Imperator Furiosa de Mad Max: Furia en el camino). ¿Quién dice que sólo los chicos jugaban videojuegos (en este caso, Tomb Raider) o que las niñas no fantasean con sobrevivir en una isla después de un naufragio?