Fluorescent Adolescent

En medio de un mar de tendencias naturales y orgánicas, lo ácido también se levanta.

- Natalia Silva

Todo empieza con la música: la década de los 90 fue un momento de bonanza para nuevos géneros, bandas, artistas, mezclas, formatos y eventos que definieron a toda una década: grunge, hip-hop, boy-bands; sin embargo, en el Reino Unido, la popularidad que alcanzó la música electrónica comenzó a definir todo un movimiento que, al abarcar más que solo música, se definió como rave culture. Fines de semana completos de música continua, láseres, glow-sticks de color neón, un universo que (como muchos otros géneros) comenzó a asociarse con el consumo de drogas como el éxtasis, provocaron que se mantuviera en el underground.

A pesar de la imagen negativa que ganó, curiosamente el símbolo que tomó como estandarte fue la smiley face, un símbolo irónico pero que representaba la alegría de una generación que solo quería un escape.

Estéticamente la cultura rave heredó referentes como bucket hats coloridos, el renacimiento de las playeras tiedye, overoles de mezclilla, y el color neón para contrastar con la iluminación, elementos bien podrían describir lo que vemos en un escaparate de muchas tiendas hoy día.