EL VINO DE

VIAJAMOS A GUANAJUATO , HABLAMOS DE HISTORIA Y, ENHORABUENA, LANZAMOS UNA LÍNEA DE VINOS.

- MARIANA CAMACHO

NO ME LOREPITIERONDOS VECES.

No había terminado de leer la frase “quieres hacer un vino para Food & Wine”, cuando ya estaba con un pie en la puerta —imaginaria, desde luego— para salir corriendo a los viñedos. “Claro”, respondí disimulando mi emoción, pero con la misma ilusión de aquellos que hacen planes con el dinero que esperan ganarse jugando a la lotería. La única diferencia, quizá, es que yo no estaba apostando por el azar sino por la colaboración, la complicidad y el sentido del olfato de los involucrados en este proyecto para llegar a buen puerto.

Así, una tarde soleada de verano, llegamos a la puerta de Cuna de Tierra, un proyecto vitivinícola afincado en Dolores Hidalgo, Guanajuato, ese destino que se considera el centro deMéxico, el ombligo del movimiento telúrico de la Independencia y donde, dice la versión oficial de la historia, se fraguó el capítulo que sería el inicio del fin del Virreinato, de la Nueva España.

A Ramón Vélez, socio fundador de Cuna de Tierra, le gusta recorrer los viñedos sobre un viejo tractor —que anda, lento pero seguro, desde 1954— para llegar hasta el punto más alto de la propiedad. Bautizada como la Torre de Tierra, es una construcción de hierro colado con vista a los viñedos y a las largas hileras de árboles de olivo y es también el lugar favorito de Ramón para contar un apéndice mucho menos visitado de la historia de México, uno que une el pasado y el presente y que habla de la inspiración detrás de Cuna de Tierra y de la vocación vitivinícola de la región.