Aprenden Imitandonos

Estamos en clase de yoga observando atentamente al profesor para intentar reproducir su postura. Ponemos toda nuestra atención en ello. Eso es exactamente lo que hace nuestro hijo de un año con nosotros la mayor parte del tiempo: observarnos.

- Carmen Tejedor

Y no solamente en lo referente a la postura. Ahora que tiene una cierta autonomía hará todo lo posible por aprender a estar en el mundo y para eso se fija en lo que ocurre a su alrededor. Tiene unos maestros de referencia: nosotros. Ahondaremos en qué hace, para qué lo hace y con qué deberíamos tener cuidado. Pero antes de entrar a fondo en el tema, adelantemos algo. No nos haría ninguna gracia que el profesor de yoga interrumpiera la clase para señalar regocijado lo simpáticos que estamos imitando su postura, ¿verdad? Nos desconcertaría. Y nos distraería de lo importante. Pues al niño tampoco. Vaya este consejo por delante.

Nuestro hijo ya nos sorprendió pocos meses atrás imitando cosas sencillas como los estornudos, los bostezos, el adiós con la manita, los besitos al aire... cosas que repetía porque a su vez nosotros las repetíamos hasta la extenuación o porque le llamaban mucho la atención. Lo hacía a la vez que nosotros.