Así se desarrolla Cada niño adquiere habilidades a su ritmo

La etapa entre los 2 y 3 años es un periodo fascinante en el desarrollo de un niño, caracterizado por un rápido crecimiento físico, emocional y cognitivo.

- Mayte Martínez

La infancia es, sin duda, una etapa clave para el desarrollo de capacidades como la sociabilidad, el progreso del lenguaje o las habilidades interpersonales. La educación temprana es fundamental para crear un impacto positivo, ya que los niños aprenden por su relación con el medio que los rodea. Esto los lleva al aprendizaje, no solo cognitivo, sino también motor, afectivo y social. Es entre los dos y tres años, sin olvidarnos de que cada niño es un mundo, cuando empiezan a asociar letras y sonidos para leer y escribir; o desarrollar la capacidad de contar, resolver problemas y usar números, formas y medidas simples.

Habilidades comunicativas y lingüísticas
Durante esta etapa, los niños experimentan un rápido avance en su habilidad para comunicarse y comprender el lenguaje. Aunque es un proceso complejo, tiene importantes implicaciones en su crecimiento y desarrollo. “Los niños construyen sobre el vocabulario que han adquirido en sus primeros años de vida a medida que su lenguaje se profundiza más allá del uso funcional, y comienzan a usarlo para formar conexiones y compartir ideas”, explica Rachel Rossi, profesora de Educación Infantil en Hastings School. Tenemos que asegurarnos de que los niños estén expuestos a una variedad de libros e historias para ayudar a fomentar su creciente imaginación mientras su lenguaje se enriquece. La “hora del cuento” es crucial para enseñarles a escuchar y a participar ayudándoles en su desarrollo del lenguaje. Canciones, rimas y poesía también son características principales para niños de entre dos y tres años, pues sientan las bases para que desarrollen su conciencia fonológica, habilidad clave para el futuro. A los dos años y medio ya emplea pronombres personales, usa verbos. A los tres ya maneja 250 palabras, pronuncia bien y hace frases de tres palabras. Hay que adaptarse a su lenguaje, no regañarle cuando no entiende algo, explicarle y darle opciones, paso a paso, no vale con Sí y No.