SIEM RIEP

Se cree que Angkor, la antigua sede del Imperio jemer de Camboya, fue el hogar de alrededor de un millón de personas en su apogeo. Hoy, el extenso complejo ha sido recuperado por el bosque y sus evocadoras ruinas son algunos de los monumentos más conocidos del sureste asiático. En su extremo sur se encuentra Siem Riep, una ciudad moderna con artesanías y sabores distintivos que ofrece un emocionante contraste con la majestuosidad de la antigua capital.

- MARK PARREN TAYLOR

Los comerciantes, desde tejedores de cestas hasta vendedores de frutas, promocionan sus productos al borde de la carretera en Preah Dak, uno de los varios pueblos que rodean Siem Riep.

La mejor manera de explorar estos asentamientos, así como los impresionantes templos que salpican la región, es en tuk-tuk; con kilómetros de bosque denso y húmedo que atravesar, moverse con rapidez es esencial tanto para lugareños como para los viajeros.

En lo profundo del bosque, bordeado por un foso, el vasto complejo de Angkor Thom que rodea al templo de Bayon es un festín de arquitectura. Se accede a la “Gran Ciudad”, la última capital del Imperio jemer, a través de cuatro puertas que se alinean con los puntos cardinales. Cada portal está coronado con una torre de piedra ornamentada en la que hay una cara tallada gigante que se desmorona. Se dice que los rostros, a la vez serenos y fuertes, son los del rey Jayavarman VII, quien gobernó el Imperio jemer en el siglo xii.