Laura Dern – Fiel a sí misma

Como los buenos vinos, a Dern los años le han sentado de maravilla y a sus 53, con poco más de cuatro décadas de trabajo en la meca del cine, está en su mejor momento y ya empieza a crear su propio mito.

- Por Rodrigo De Alba

De firmes convic-ciones y dispuesta a tomar riesgos, incluso aceptando roles que casi le han costado su carrera, Laura Dern bien pudo estar condenada a ser la eterna actriz de carácter, algo así como una Margo Martindale moderna, siempre detrás de la protagonista, lo cierto es que ha roto esquemas y desafiado las leyes de Hollywood. Tras una impecable carrera de cuatro décadas ha demostrado que hay retos maravillosos y reconocimiento para una mujer después de los 50 años.

Casi una royal

A principios de los 60, el matrimonio formado por los actores Diane Ladd y Bruce Dern recibió un durísimo golpe: su hija de un año Diane Elizabeth falleció ahogada. El trauma psicológico fue tal que no pudieron volver a embarazarse. Pasaron años para que ocurriera lo que la pareja llamó “un milagro”: el 10 de febrero de 1967 nació su segunda hija Laura Elizabeth, una bebé destinada a ser actriz, ¡y cómo no, si fue concebida durante el rodaje de la cinta The Wild Angels (1966), de Corman! Años después, cuando sus padres ya estaban separados, para la pequeña era común ir de un set a otro y verlos trabajar bajo las órdenes de directores como Scorsese, Hitchcock o Chabrol. No sólo eso: para ella era normal convivir con leyendas como Gregory Peck, Jane Fonda o Jack Nicholson, íntimos de sus papás. Incluso, su madrina de bautizo fue la dos veces oscarizada, Shelley Winters.