YOGA CON ACCESORIOS CINTAS (III)

La tercera secuencia de esta serie de cuatro dedicada al uso de elementos externos para explorar y adaptar las posturas nos acerca a las cintas.

- JULIÁN PERAGÓN

Reflexión: ajuste postural

Nos hemos acostumbrado, en la vida moderna, al prêt-à-porter. Todo listo para llevar, de tal manera que la figura del sastre, por poner una imagen, que ajustaba una vestimenta a su usuario, se ha ido diluyendo en el consumo de masas. Algo parecido puede estar pasando también en la divulgación del Yoga: adaptarnos a un estilo, a una forma sin tener en cuenta nuestra especificidad, nuestro punto de partida, nuestras tensiones. Sin embargo, es de sentido común que cada uno debería hacer el Yoga que le corresponde, y así con todo, con la alimentación, los hábitos cotidianos o la cultura que uno disfruta.

La ventaja del Yoga en profundidad es que no es algo fijo sino dinámico. Patañjali define asana como un equilibrio entre sthira (firmeza) y sukha (comodidad), y también pranayama como dirgha (largo y profundo) y sukshma (sutil). Una postura y una respiración no son algo fijo que consigues en un momento y te olvidas el resto del tiempo. El asana se está haciendo en permanente equilibrio mientras dura la sesión, ajustándose a los cambios internos.

En esto radica la ventaja de las variantes en las posturas en Yoga. Para mantener este equilibrio entre la firmeza y la comodidad del asana podemos flexionar o estirar un poco más las piernas o los brazos, inclinar o rotar la columna, para lograrlo.

Tenemos así, a nuestro alcance, variantes de regulación o de intensificación que nos ayudan a este delicado ajuste postural. Y también todos los soportes desde una silla a la pared, un bloque o una cinta, entre muchos otros.

Yoga con cintas