Sobrevivir al cuerpo

La enfermedad por modelantes cobra miles de víctimas en busca de una belleza estética

- Por Emmanuelle Steels. Fotografías Bénédicte Desrus

Marisela Castillo en el reflejo de un espejo, mientras se maquilla en el baño de su hogar en la Ciudad de México (2019).

La preocupación por el físico se ha convertido en un corsé mental difícil de despojar. México figura entre los siete países donde más cirugías estéticas se realizan. En este contexto, charlatanes prometen tratamientos económicos —sin bisturí y sin anestesia— a través de inyecciones de sustancias modelantes que resultan ser biopolímeros, aceite mineral y silicona, que provocan daños letales. Miles han sido víctimas y lidian con el dolor, la culpa y la tragedia de ver mutilado su cuerpo. La cosificación de éste es una de las formas más banalizadas y de violencia contra las mujeres.

Marisela Castillo pasó meses sin poder sentarse. Se acomoda con cuidado en la orilla del sofá para contarlo, como si fuera lejana aquella época en la que vivía boca abajo por las heridas de su espalda baja. Sentarse, de hecho, sigue siendo un reto. “Enfermedad por modelantes” es la descripción fisiológica que la atormenta; un término que acuñaron los médicos mexicanos que estudian este padecimiento tan extendido como desconocido. La dimensión física es sólo una parte del problema. Dolor, culpa, espejo y muerte son las palabras que vuelven de manera recurrente en su relato y revelan, una por una, las distintas capas de un martirio complejo.