La leyenda de Rodolfo Guzmán Huerta

Santo, el enmascarado de plata a 100 años de su nacimiento

- Por Rafael Aviña

FLASHFORWARD: SANTO EN LA CUBA DE FIDEL CASTRO

El 8 de enero de 1959 todo era algarabía y descontrol en las calles de La Habana, Cuba. Los Barbudos, comandados por Fidel Castro Ruz, Ernesto Ché Guevara y Camilo Cienfuegos, entre otros líderes, irrumpían en la ciudad, consolidando el triunfo militar de la Revolución Cubana luego de derrocar la dictadura que representaba –en ese momento– Fulgencio Batista… ¡Cuba libre, camaradas! era una de las consignas. Lo más curioso es que tan sólo unas tres semanas atrás –en diciembre de 1958–, otra revolución, ésta cinematográfica y mexicana, surgía de forma clandestina y sin mucho ruido en esas mismas calles.

Ahí, en las avenidas de La Habana vieja, donde se respiraba un ambiente de tensión e incertidumbre, se filmaban al mismo tiempo Santo contra el cerebro del mal y Santo contra los hombres infernales (conocida también como Cargamento blanco), dos cintas de bajísimo presupuesto dirigidas por Joselito Rodríguez y protagonizadas por el célebre luchador técnico Santo, el Enmascarado de Plata. El Santo tuvo la suerte de llegar en un momento crucial, cuando el cine nacional se debatía en su peor crisis financiera y temática al término de la llamada Época de Oro.

FLASHBACK: EL SANTO, LA LEYENDA...

Nacido en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917, Rodolfo Guzmán Huerta debutó con su característica máscara plateada en julio de 1942 y luchó durante 44 años consecutivos, de los cuales dedicó 25 a una de las carreras cinematográficas más singulares de las que se tenga memoria.