Un reino bajo el mar

De visita en los aposentos (secos) del rey del océano

- Por Liam Burke (@burkeliam)

Algunas armas con incrustaciones de coral están a la vista mientras el vestuario, que simula escamas de pez tejidas a mano, resplandece en los sorpresivamente secos escenarios de Aquaman, la nueva entrega de Warner del universo extendido de DC.

Basada en el conocido cómic, Aquaman provee al héroe de Atlantis la oportunidad para brillar en solitario después de tener papeles secundarios en Batman vs. Superman y Liga de la Justicia. La escala de la producción, situada en los Village Roadshow Studios en la Costa Dorada de Australia, es digna del futuro rey de Atlantis (ahí también se rodó Thor: Ragnarok). Cada uno de los nueve foros sirve de casa a un elaborado set, ya sea el submarino de Black Manta, un gran barco cubierto de peces o una antigua fundidora atlántica donde fue forjado el tridente del rey, el elemento detrás del cual estarán todos los personajes del filme. Como un descanso de la melancolía de las primeras películas del universo de DC, la producción describe al filme como una aventura en la línea de Indiana Jones, en la que el reticente héroe encarnado por Jason Momoa es emparejado con la guerrera Mera (Amber Heard) a fin de recuperar el tridente y detener a Orm (Patrick Wilson): el malvado medio hermano de Arthur Curry, que busca conquistar cada reino dentro y fuera del océano.

En un filme que está casi enteramente situado debajo de las olas, resulta notoria la falta de agua. El director James Wan (Saw, Rápidos y furiosos 7) explica: “No puedes poner a tu actor bajo el agua y decirle que mantenga la respiración y que luzca heroico al mismo tiempo”.