Viviendo al borde

¿Estás a punto de colapsar? A veces resulta difícil saber si el estrés que te invade es, digamos, normal, o si lo que enfrentas es un desorden de ansiedad. Descubre cómo recobrar la claridad mental.

- ELIZABETH BACHARACH

Cuando estás en el límite, descubre si se trata de más que sólo estrés.

Suelo tener conversaciones con mi hermana que consisten exclusivamente en memes. Somos millennials después de todo, pero las verdaderas estrellas de nuestros mensajes en Instagram son las imágenes cubiertas de texto que aluden al mismo tema: la ansiedad, o el estrés. O ambas cosas. Una de mis favoritas: “Nivel actual de estrés: Elizabeth James descubriendo que verá a Nick Parker después de 11 años”. Y la mejor: “Me agrada tu personalidad. Gracias, es un desorden”.

Fui diagnosticada con trastorno de ansiedad generalizada hace más de una década. En la actualidad, es fácil tener estas conversaciones en memes sobre ansiedad. Pero hay pros y contras. Por un lado, el hecho de que las personas hablen tanto sobre enfermedad mental ha ayudado a romper con el estigma. Pero la desventaja es el riesgo de diluir los problemas de salud mental y confundir cosas como estrés con ansiedad. Mi preocupación es legítima, de acuerdo

con los expertos. Parte del problema es el uso coloquial de ambos términos. “En la cultura popular –memes y series de televisión– la ansiedad y el estrés se han usado sin rigor y de forma intercambiable”, dice Jessica Gold, M.D., profesora de psiquiatría en la Washington University School of Medicine. Otra complicación es el hecho de que los síntomas del estrés y la ansiedad son muy similares. Irritabilidad, problemas para dormir… Sin embargo, sólo 18% de los adultos experimenta síntomas de ansiedad considerados clínicamente significativos (es decir que sean suficientemente prolongados o intensos para interferir con la vida o salud), de acuerdo con la Depression Association of America.