Fútbol En La Niñez: Salud Y Amistad

Este deporte no sólo despierta pasiones en todo el mundo sino que además aporta innumerables beneficios para la salud a nivel psicológico, cardiovascular y muscular. El valor de jugarlo desde la infancia

Niños, adolescentes y adultos frecuentemente juegan al fútbol, el deporte que más pasiones despierta en el mundo entero. Para jugarlo sólo se necesita una cancha, una pelota y muchísimas ganas de pasarla bien y divertirse. La comunión que se crea entre los jugadores durante el partido con el fin de anotar goles es lo que hace a este deporte uno de los más jugados en el planeta. En Argentina está sumamente arraigado entre las costumbres nacionales, independientemente del estrato social y las edades.

La buena noticia es que además de divertir y entretener, el fútbol brinda notables beneficios a la salud, tanto física como psíquicamente, que lo convierten en una actividad ideal para practicar desde edades tempranas. Varios especialistas aseguran que a partir de los cincos años los niños ya pueden empezar a dar sus primeras patadas dado que es la mejor etapa gracias a la rápida adaptación que poseen. A medida que el tiempo pase, mejorarán su habilidad y coordinación, incluso lo disfrutarán y harán grandes amistades, porque el fútbol sin compañerismo, no es fútbol.

Algo más que patear una pelota

El fútbol no sólo es un deporte de masas sino una actividad que aporta grandes beneficios para la salud y el desarrollo emocional de los niños. Por ejemplo, está indicado para chicos hiperactivos porque los ayuda a adquirir disciplina, capacidad de organización y concentración. También es cada vez más común sugerir la práctica de este deporte en niños autistas o con síndrome de Asperger por los múltiples beneficios que se observan en su conducta. Básicamente sus ventajas son:

A nivel físico