Rosas: Bellas Y Curativas

Las rosas, gracias a su belleza y aroma, son símbolo de amor, pasión y seducción. Sin embargo, también aportan propiedades terapéuticas que benefician la salud y especialmente el cuidado de la piel.

Las rosas no sólo son sinónimo de belleza y exquisito aroma, sino que además son dueñas de fabulosas propiedades: son antibacteriales, relajantes, tonificantes, desinflamatorias, limpiadoras, antidepresivas, curativas, antiséptica e incluso afrodisíacas. Entre sus principios activos se destacan el geraniol, nerol, linalol y citronelol, además de taninos, ácido gálico y flavonoides.

Infusión, agua o aceite

Existen diferentes maneras de disfrutar los beneficios de esta maravillosa flor:

A modo de infusión: hervir 250 ml de agua y luego agregar una cucharadita de pétalos secos; dejar reposar 5 minutos, endulzar con una cucharadita de miel y beber como cualquier té.

Agua de rosas: en una cacerola verter 500 ml de agua y llevar a hervor. Colocar varios pétalos; tapar y calentar durante cinco minutos a fuego lento. Retirar y dejar reposar como mínimo dos horas. Con la ayuda de un colador, pasar el líquido a un recipiente limpio.

Aceite: con un mortero triturar varios pétalos de rosas para que liberen su aceite y esencia natural. Colocarlos en un frasco y cubrirlos con aceite de girasol. Cerrar el frasco con la tapa y dejar reposar durante 24 horas. Pasado este tiempo quitar los pétalos y escurrirlos para colocar el exceso de aceite en el frasco. Desechar los pétalos. Colar el aceite en el frasco para quitar cualquier restante de pétalos e impurezas. Agregar pétalos frescos de rosa triturados al frasco de aceite y dejar reposar otras 24 horas. Repetir el mismo procedimiento dos veces y luego del colado final, el aceite está listo para usar.

Beneficios de todos modos