Diego Luna – From Zero To Hero

Sé perfecto que a Diego le va a dar oso que empiece por decir que es un héroe. Ni modo. Hace un año, cuando el mundo se nos vino abajo en el sismo del 19 de septiembre, demostró que interpretar al Capitán Cassian Andor, en Star Wars: Rogue One, no era lo único heróico que iba a hacer en la vida. Como muchos mexicanos, se desvivió por ayudar y, con sus cuates, logró que Lago Tanganica 67 fuera uno de los centros de acopio más activos del país.

- Por Martha Debayle. Foto Cuauhtémoc García

Ahora, como todo superhéroe, tiene sus puntos débiles, y uno de ellos lo comparto y lo compartimos prácticamente todos: no sabe decir que no. ¡Qué difícil! En serio. Platicamos de todo, pero cuando llegamos a esa parte, entre carcajadas y corajes, no hubo quien nos parara en la competencia de quién se ha metido en la peor situación por no decir un simple: “Ni madres. No lo voy a hacer, no puedo. Gracias”.

Pero, a ver, rewind un poco. Yo que soy una mujer de extremos, primero me metí en el tema de sus peores y sus mejores cosas. Empezamos, obviamente, por lo que más le enoja a Diego en la vida. Cómo me encanta esa pregunta, jajaja. “Lo que más me emputa en lo profesional son los proyectos que subestiman la inteligencia del espectador, por decirlo de una forma bonita, jajaja. Hay tantos… en la tele, en el cine, en el teatro. ¡Uta! En el teatro infantil, la gran mayoría de las obras te sientas y dices, ‘pero, ¿por qué le hablas a mi hijo como si fuera un tonto? ¡Idiota tú!’. Y en lo personal, fácil: los parásitos que están cerca de ti por las razones incorrectas. Esos que, cuando te empieza a ir mal, desaparecen y dices, ‘no mames, ¿cómo desperdicié dos años de mi vida pensando que este pendejo era mi amigo?’”.