Durmiendo con el enemigo

¿Eres el clásico que el día que tiene una date con alguien que te gusta mucho te enfermas y no vas? ¿O el que lleva tres meses haciendo una maqueta y en la fecha de entrega la pones en el techo de tu coche y te arrancas? Bueno, te estás autosaboteando.

- Por Helios Herrera

Ccuando tú solito arruinas lo que más quieres, te causas problemas o interfieres con tus metas, es un autoboicot. Lo más complicado es que no te das cuenta, pues lo vas haciendo poco a poco, y cuando ya es obvio, puede que sea súper tarde. Pero no temas, todo mundo pasa por esto y siempre se puede cambiar.

Boicotear es una acción que se realiza contra una organización o un individuo, con el objetivo de impedirle el desarrollo de una actividad. Muchas veces ni siquiera se trata de algo que hayas hecho, al contrario, puede ser un “dejar de hacer”.

TE METES EL PIE SOLITO

Existen muchas maneras de autoboicotearnos y pocas veces somos conscientes de que lo estamos haciendo. Estas son algunas formas de hacerlo.

1. Dejar cosas inconclusas. ¿Eres de los que empieza con mucha energía un proyecto y a los tres días ya está empolvado? Pasa en todos lados. Incluso, algunos renuncian a su trabajo cuando están cerca de obtener el ascenso que tanto deseaban.

2. Procrastinar o posponer. ¿Dejas todo al último? Sería mucho mejor dedicar el 100% de nuestro tiempo y esfuerzo a que las cosas salgan bien; pero si lo haces, igual descubren que eres un impostor, ¿no?

3. Perfeccionismo. Aquí no terminas los proyectos porque te la vives en revisiones y cambios o, peor aún, ni siquiera te atreves a empezarlos porque, según tú, te sigues preparando para que todo salga perfecto.

4. Excusas. Como no acabaste o ni si-quiera pudiste empezar, pones excusas para NO hacer las cosas. Justificas algo diciendo que aún hay tiempo, que si la crisis, que si a Chuchita la bolsearon, etc. Curiosamente, siempre se antepone algo.

UY, JOVEN, NO SE VA A PODER