Ser feliz no es a huevo

¿Quién no ha querido “ser feliz por siempre”? Perseguimos la felicidad todo el tiempo y en todos lados, pero no hemos entendido que ni se busca ni se conquista. Aprende a entenderla y deja de sufrir.

- Por Tania Tagle

¿QUÉ P$#& ES LA FELICIDAD?

La felicidad nos ha llamado la atención desde tiempos remotos como la Grecia Clásica, donde ser feliz se relacionaba con la autoaceptación y la empatía hacia el bien común, más que con aspiraciones individuales. Allá por la Edad Media y el Renacimiento ni pensaban en eso porque era un estado casi desconocido para la mayoría de las personas, porque el camino a la felicidad estaba pavimentado con dolor y sacrificio. ¡Sí, había que ser un mártir!

Más tarde, algunos filósofos como Kant, la definieron como la realización de un deseo que no necesariamente tenía que ver con religión, y ya durante la Ilustración fue considerada, por primera vez, como un derecho humano.

Si lo que buscaban era que la gente quisiera vivir su vida y no aspirar a la de nadie más, ¿cuándo fue que comenzamos a concebir la felicidad como un mandato moral de autorrealización personal? ¿Cuándo nos dijeron que ser feliz era obligatorio?