Perfil masculino – La encrucijada de Zac Efron

De ídolo juvenil a protagonista rentable de comedias veraniegas donde la camisa es siempre opcional. Huye de las clasificaciones, pero se atreve a regresar al género que se convirtió en su pesadilla. Este año cumple treinta y la urgencia por consolidar su carrera resulta más dura que mantener el abdomen perfecto para lucir en la playa...

- Ilustración y texto: Manuel Meza

A Zachary David Alexander Efron (California, 1987) le tomó más de diez años deshacerse de la imagen de poster boy que se ganó con su participación en “High School Musical”: desde la serie de televisión que empezó en 2006 hasta la película de 2008. Como a muchos egresados de la dinastía Disney, la transición le resultó dolorosa, problemática y con varios tropiezos.

Antes de eso, el hijo de un ingeniero eléctrico y una secretaria, ya había intentado todo para encajar y destacar en la escuela: intentó ser el payaso del salón y sobresalir en los deportes, especializándose en calentar los asientos de la banca del estadio de futbol o de básquetbol debido a su corta estatura (1.73). Fue un evento casual lo que le cambió la vida al chico adolescente cuando iba en el auto con su padre y pusieron un disco de éxitos de Michael Jackson, Zac acompañó cada canción conociendo las letras a la perfección y alcanzando notas sorprendentes para alguien sin entrenamiento vocal.

Por consejo de sus padres y el apoyo de un maestro de música de su escuela, Efron empezó a presentarse a audiciones para obras de teatro estudiantil y fue así que empezó su carrera, compartiendo escenarios con estudiantes de arte dramático mayores que él e incluso actores profesionales. El siguiente paso fue conseguir un agente y meses después ya estaba audicionando para participaciones especiales en programas de televisión consolidados (“E.R.” “Firefly”, “C.S.I.”) y películas para el mismo formato (“Miracle Run”, “Triple Play”).