NORTEAMÉRICA

El “milagro de la nación navajo” comenzó con la plena certeza de que Dios le estaba hablando a estos nativos norteamericanos de que ya era tiempo de un avivamiento entre su gente.

- TIM COALTER

Patchie y Darlene Cohoe, asistidos por los líderes de la tribu, Bob y Frank Beaver, comenzaron la negociación de un terreno donde establecer una iglesia. Después de la negociación entre Patchie Cohoe y el obispo Wallace Pratt con la nación navajo, en el 2016 se obtuvo la propiedad y la iglesia se organizó el 14 de diciembre del mismo año con 41 miembros. Durante el siguiente año, el pastor Cohoe y el obispo Wallace Pratt hicieron planes para renovar el antiguo edificio pequeño que les fue donado por la tribu y movido a la propiedad en Pinehill. En junio de 2018, el obispo Pratt organizó y dirigió un equipo misionero para los navajo con 21 miembros que viajaron de Idaho, Oregón y Utah hasta Pinehill, Nuevo México. En una semana, el equipo tuvo una campaña bajo carpa, completó la renovación del viejo edificio con la adición de baños nuevos, y comenzó la construcción de un nuevo santuario de 50 x 60 al lado. Desde junio de 2018 hasta mayo de 2019, varios equipos más de Utah han viajado a Pinehill para continuar con el proyecto de construcción. Aprovechamos para reconocer en especial a Bob Beaver, Jimmy Poma y Luis Armas por su diligencia en buscar quien contribuyera los materiales y por dirigir el proyecto. Con la ayuda de la Iglesia de Dios de la Profecía en la región de Idaho, Oregón y Utah y el Ministerio La Mano que Ayuda (incluyendo a iglesias como Breezewood, Carolina del Norte y Riverside, California), se donaron casi $75,000 para esta construcción.