21K Tarahumara The Home Depot

“Especial” es una palabra que se queda corta a la hora de describir una carrera como ésta: el 21K Tarahumara, que se lleva a cabo cada año en Monterrey. Se trata de un evento con una identidad mucho más profunda que la  mayoría de las carreras con causa, y como experiencia también es un evento único en México. Esto fue lo que vivimos.

- Alfredo Bobadilla

En Monterrey, la carrera ya es de las favoritas. Seis años continuos le han dado renombre, pero el ambiente que se vive alrededor de ella es lo que la ha posicionado entre las más concurridas. La experiencia y el aprendizaje comienzan desde el día anterior al medio maratón cuando, en la entrega de paquetes, los rarámuris comparten un poco de su cultura, exponiendo danzas típicas y ofreciendo sus productos a los corredores. Hermosas prendas de vestir, morrales, alhajeros y utensilios de cocina son solo algunos de los muchos artículos que fabrican con los recursos que las barrancas proveen. También es un momento que se presta para la plática, y es dialogando con ellos como se entiende una visión muy distinta a la que tenemos nosotros de correr. Para un tarahumara, correr es parte del día a día, tanto para quien se dedica a pastorear y conduce a sus animales por las serpenteantes veredas, como para el que es recolector, agricultor o cazador, y tiene que sortear la difícil orografía chihuahuense. Por gusto también corren, siendo las carreras de la bola (rarajípari) para hombres, o del aro (ariweta) para las mujeres, acontecimientos importantes para los rarámuris, en los que incluso se apuestan ganado, comida o bienes entre los pueblos.