Dulce Verdad

Con la rehabilitación de la grasa, la cual estuvo satanizada durante mucho tiempo, llegó un nuevo villano a la ciudad: el azúcar. Pero, ¿realmente se merece ese puesto como el enemigo nutricional número uno, particularmente para aquellos que necesitan combustible disponible en los músculos rápidamente? Matt Fitzgerald dejó de lado su mala fama para traerte las reglas simples y, respaldadas por la ciencia, maximizar el rendimiento y la salud.

En 2014, un equipo de científicos del deporte, liderado por Vincent Onywera (de la Universidad Keniata), pasó una semana monitoreando todo lo que comía y tomaba un grupo de 10 corredores kenianos top en distancia. Obvio, los investigadores descubrieron que el régimen alimenticio de estos atletas era bastante bueno. Comían muchos vegetales y almidones saludables (en especial repollo, frijoles, harina de maíz y papa), una limitada cantidad de carne (en especial de res) y casi nada procesado.

Ahí había, sin embargo, una notable excepción en el menú de estos atletas: un grandísimo 20% de sus calorías venía del azúcar refinada. No, no estaban comiendo dulces o tomando refrescos todo el día. Simplemente bebían muchísimo té, el cual a los kenianos les gusta ingerir con leche y azúcar. Aun así, el porcentaje era bastante elevado, (mucho más del 12%) de contribución que hace el azúcar refinada en la dieta del adulto promedio en Reino Unido. Y esto es, por supuesto, considerado muy alto en azúcar.